La empresa fue fundada por dos socios. Dos personas súper capaces e inteligentes que venían trabajando juntas en otro proyecto y luego de muchos años de trabajo en conjunto se reeligieron para fundar BDG Buenos Aires. Igualmente me gustaría contar mi historia. Yo comencé a trabajar en BDG a principios del año 2000. Era mi primera experiencia laboral importante luego de algunos intentos propios fallidos.
Después de muchos años de análisis, me reconozco una persona inquieta, proactiva y emprendedora. No tengo una vocación clara, me regocija y apasiona poner en marcha y hacer funcionar los circuitos de una empresa, sobre todo de servicios.
Cuando terminé el secundario, armé junto a 3 amigos una empresa de fotografía escolar sin muchos resultados. Luego, 2 de ellos se fueron a vivir a España. En ese momento, mientras estudiaba Administración (con orientación al marketing) en la UBA comencé a trabajar en BDG Buenos Aires acompañando y asesorando marcas líderes y al poco tiempo decidí presentar el proyecto de fotografía escolar a mis jefes. Tratando de ser breve, internamente el proyecto gustó mucho, lo mejoramos y fuimos en busca de The Walt Disney Company con quien ya veníamos trabajando. Nos atendieron, vieron el proyecto, lo analizaron y lo aprobaron, era un proyecto sumamente interesante y de gran tamaño lo que nos obligó a dejar de lado el resto de los servicios que ofrecíamos y dedicarnos full time al nuevo desafío. En ese momento yo quedé como líder del proyecto y mis jefes aprovecharon para avanzar con otros proyectos profesionales por fuera de la empresa. Fue así como luego de varios años de mucha presión, trabajo y aprendizaje, aproveché el desarrollo de ellos en otras empresas para negociar mi participación y luego quedar 100% a cargo de BDG.
La inversión
Al momento de la fundación en 1999 la inversión fue la mínima indispensable, no recuerdo el número. Luego para el proyecto de fotografía escolar hubo una inversión de US$200.000.- aproximadamente. La inversión fue con recursos de los socios en ese momento.
Los inicios
La empresa fue fundada en 1999, pero para mi, hubo una refundación al momento de tomar el control accionario de la misma. Luego de finalizar con la licencia de Disney y ya a cargo de la empresa, tratamos de volver al origen, reorganizar la empresa como una agencia de marketing y comunicación. De a poco, con mucho esfuerzo y sacrificio lo fuimos logrando, incorporamos a la estructura un área de arquitectura publicitaria y años más tarde un lab de desarrollos interactivos que, sumados a creatividad, diseño y btl, logramos una agencia muy completa con una visión muy interesante del negocio.
Las barreras de entrada
Tuvimos muchas. En nuestro rubro hay mucha competencia y es difícil diferenciarse. BDG Buenos Aires trabaja en gran medida con grandes empresas y con el Estado y por la naturaleza de nuestro trabajo la única manera que los clientes confíen es probando y esa es la principal barrera. Cómo lograr que un prospect confíe antes de conocer como trabajás. La única forma que conozco es con esfuerzo, el trabajo es un trabajo de hormiga y los resultados tardan en llegar, pero si uno tiene una visión clara de hacia a donde va, se pone objetivos alcanzables y arma un plan estratégico de trabajo se puede.
Humildemente creo que es importante entender a los clientes, es mucho más importante escuchar que hablar. Ellos necesitan que los ayudemos a resolver sus problemas y para eso necesitamos escuchar y entender cuales son.
El futuro
Muchos también, una vez me enseñaron que la empresa que no crece desaparece. Luego de tantos años puedo decir que la empresa está consolidada, pero fuimos creciendo mucho y cada vez las exigencias son mayores.
Estamos mejorando nuestra cobertura nacional y acabamos de lanzar al mercado un nuevo producto tecnológico para PDVs, el VIHO. Un visualizador holográfico que funciona como header de punteras de góndola, exhibiciones especiales o mismo en stands, ferias y exposiciones.
Además, tenemos una cultura organizacional muy social y formamos parte de una alianza global de 10 empresas que donan el 10% de su tiempo a proyectos sin fines de lucro para ONGs, cooperativas, asociaciones civiles, etc. Recién está tomando forma y es algo que nos entusiasma muchísimo, ojalá logremos avanzarlo.
Pablo Ruda
Director de BDG