Anoche, mi mujer y yo estábamos sentados a la mesa hablando de las muchas cosas de la vida.
Conversábamos sobre eutanasia y la idea de vivir o morir. Le dije,
– Nunca me dejes vivir en estado vegetativo, dependiendo de una maquina y alimentandome de líquidos de una botella. Si me ves en ese estado, desenchufa los artefactos que me mantienen vivo.
Acto seguido, ella se levantó, desenchufó la televisión, apagó la computadora y me tiró la cerveza. ¡Que hija de puta!