Un abogado de la ciudad sale de cacería al campo y tiene la suerte de bajar un pato con el primer tiro.
La pena es que el pato cayó en un sembrado vecino.
El abogado estaba cruzando el alambrado, cuando se le acerca un gaucho viejo a caballo y le dice:
– ¿Qué está haciendo?. . . Este es campo mío.
– Bueno, lo que pasa es que maté un pato y cayó en su tierra.
– Disculpe, pero no puede llevárselo – le contesta el gaucho.
– Yo soy un gran abogado….Le voy a hacer un pleito y finalmente voy a quedarme hasta con su campo si no me deja entrar a recoger mi pato amenaza el abogado.
– Vea don…aquí en el campo solucionamos las cosas en forma mas sencilla – le informa el viejo-. aplicamos el sistema de las tres patadas.
– ¿Y qué es el Sistema de las Tres Patadas?– pregunta el abogado.
El viejo explica:
– Yo lo pateo tres veces a Ud…después Ud. me patea tres veces a mi … luego yo lo vuelvo a patear, y así hasta que alguno de los dos se dé por vencido.
El abogado…ejecutivo… viendo que el gaucho era viejo… que él estaba en forma… y que el sistema era mas expeditivo, aceptó las reglas.
– Está bien, empecemos – dijo el abogado.
El gaucho se baja del caballo y, sin más, con su bota derecha le dio una tremenda patada en la rodilla al abogado… antes de que se doblara, con la bota izquierda le encajó otra cortita en los huevos, y cuando el abogado se retorcía de dolor, le encajó un soberano patadón en el traste y lo tiro en el barro boca abajo.
5 minutos después, el abogado con mucho esfuerzo se levantó y saboreando la venganza dijo:
– Bueno…ahora me toca a mí…
– No se moleste – le dice el viejo – mejor… llévese su pato, yo me doy por vencido.